De acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud, en México, cada año fallecen al menos 220 mil personas por enfermedades del corazón; de ellas, destaca el infarto al miocardio con 177 mil anuales y aproximadamente 30 mil por hipertensión arterial.
La salud cardiovascular es un pilar fundamental para el bienestar general, ya que el corazón desempeña un papel crucial en la circulación de la sangre y el suministro de oxígeno a todo el cuerpo. Cuidar el corazón es esencial para prevenir enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, la enfermedad coronaria y los accidentes cerebrovasculares, que son algunas de las principales causas de mortalidad en todo el mundo.
“Cuidar el corazón no solo se trata de prolongar la esperanza de vida, sino también de mejorar la calidad de vida. Un corazón saludable permite una mayor energía, resistencia y vitalidad, lo que nos permite disfrutar de una vida plena y activa”, explica Jose Miguel Rodriguez, Encargado de la división de cuidados críticos de Kabla, empresa líder en distribución de pruebas diagnósticas.
Algunas recomendaciones para cuidar de este órgano tan importante:
- Dieta equilibrada y rica en nutrientes
La ingesta de alimentos con grasas saludables, como el aceite de oliva y los frutos secos, contribuye a mantener bajos los niveles de colesterol LDL, reduciendo así el riesgo de aterosclerosis. Asimismo, una ingesta adecuada de antioxidantes provenientes de frutas y verduras, como los flavonoides presentes en el cacao y las bayas, contrarresta el daño oxidativo y promueve la vasodilatación, favoreciendo una presión arterial estable y saludable.
- Actividad física aeróbica
El ejercicio activa el sistema circulatorio, fortaleciendo el corazón y mejorando la capacidad de bombeo. La actividad física también fomenta la reducción del tejido adiposo, limitando el riesgo de obesidad, un factor propiciador de diversas enfermedades cardíacas. Por otra parte, el entrenamiento de resistencia (como el levantamiento de pesas) estimula la musculatura cardíaca, otorgándole mayor eficiencia en el desempeño de sus funciones.
- Monitoreo constante
“El uso frecuente de pruebas diagnósticas constituye un hábito ineludible para mantener un corazón saludable. La implementación temprana y regular de éstas no sólo permite identificar condiciones cardíacas subyacentes, sino que también facilita la adopción de medidas preventivas, favoreciendo así una óptima calidad de vida y una longevidad cardíaca”, agrega la especialista de Kabla.
- Abandonar hábitos poco saludables
Fumar contribuye a la obstrucción de las arterias, aumentando drásticamente el riesgo de enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares. De igual forma, el consumo excesivo de alcohol eleva la presión arterial y provoca arritmias, comprometiendo seriamente la salud cardíaca. Abstenerse de estos hábitos nocivos es una decisión trascendental para promover la longevidad del corazón.
- Dormir adecuadamente
Un sueño reparador y suficiente permite la restauración del sistema cardiovascular, reduciendo la inflamación y el estrés oxidativo. La falta de sueño, por el contrario, conlleva la liberación excesiva de hormonas del estrés, incrementando el riesgo de enfermedades cardíacas. Mantener una rutina de sueño regular y saludable es, por ende, crucial para preservar la vitalidad del corazón.
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